Sé, como emprendedora digital, que la mente es nuestro principal activo y que debemos cuidarla como una taza de cristal y por eso decidí hablar del famoso Síndrome del Impostor, ese que tanto nombramos y a veces no sabemos ni qué es.

Para mí es uno de los mayores frenos para el éxito de quienes deciden emprender en el negocio digital.

Aquí te cuento sobre este enmascarado que se mete en tu mente y, además, te revelo mis 5 herramientas para vencerlo. ¡Comencemos!

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor no es más que conversaciones y creencias limitantes que tenemos y que nos impiden ver el verdadero potencial con el que contamos. 

Es un bloqueo mental que nos quita posibilidades.

Es esa duda que tienes cada vez que quieres intentar algo, ese “será que sí puedo”, “esto no es para mí”, “es que no soy capaz”, “no soy tan experto”, “no tengo nada que enseñarle a otros”, etc.

Yo también he pasado por eso y aquí te contaré cuál es mi forma de vencerlo cada vez que se aparece en mi cabeza.

Herramientas para vencer el síndrome del impostor

Acción Masiva Imperfecta

Cuando empiezo a sentir miedo y a creer que no puedo es cuando más hago. El miedo sigue presente, pero no me paralizo, tomo impulso y sigo adelante, me olvido del perfeccionismo y digo: mejor hecho que perfecto. La acción es lo único que te dará confianza.

Cuida la conversación contigo mismo

Parece obvio, pero a la persona que peor le hablamos es a nosotros mismos. No tenemos compasión, somos duros. Yo también lo he hecho, pero me ha cambiado mucho la perspectiva cuando cuido esa conversación, cuando me cuido, cuando le digo a mi mente que sí soy capaz.

Deja de decirte: “es que yo soy muy torpe”, “ay no, yo no sirvo para esto”, “quién me va a comprar a mí”, etc.

No compares tu camino con el de nadie más

Esta no es una carrera contra el tiempo ni contra nadie más. Es tu tiempo y tus objetivos. Debes tomar acción, pero sin atropellarte. Ve paso a paso, firme y seguro. Cuando te abrumes, para y respira, y luego sigues con determinación. Puedes dar pequeños pasos todos los días.

Valida tus logros y escríbelos

A veces nos enfocamos en lo que no tenemos y nos olvidamos de lo que sí hemos logrado o esperamos que los demás lo reconozcan, pero no lo hacemos nosotros mismos. Cuando esto te ocurra, para. Yo suelo escribir mis logros, agradecer por ellos, ver mi avance y cuando estoy en esos días que siento que nada fluye o que no puedo con todo, reviso esa lista y me doy cuenta que sí tengo la capacidad, que es solo un mal momento y que pronto va a pasar.

Un día, un paso y una cosa a la vez

Enfócate en vivir un día a la vez, pon tu atención en una sola cosa y da pasos que te lleven hasta tu meta. No te abrumes, no te infoxiques. Cuando sientas que estás en demasiadas cosas, frena y elige una sola, esa que te acercará a lo que quieres y que te hace sentir bien.

Y si sientes que es necesario ir a terapia o trabajar de la mano con un mentor, hazlo. No podemos con todo al mismo tiempo y mejor si vamos acompañados.

Espero que este kit de emergencia te funcione en los días en los que aparece esa otra cara que nos muestra todo oscuro e imposible. ¡Tú puedes!